domingo, 27 de abril de 2014

ADOPCION PARA BRANDY

17 de enero de 2013. Brandy llega junto a otros 5 perros a Voluntarios Perrera Municipal Villarrobledo , procedente de un "coto privado de caza", quién sabe las razones para desecharlos, igual no sabían cazar o, mejor aun, esta temporada les sobraban perros y proceden a deshacerse de unos pocos.
Estas dos fotos para mí representan al 100% a Brandy. Una primera foto demuestra un animal con tantísimo miedo que ni siquiera es capaz de cruzar su mirada con las nuestras.
El caso de Brandy, desde mi punto de vista, va mucho más allá que el de Toy, Bacardí, Ginebra, Júpiter, Queen, Car... Su miedo va mucho más allá. El problema de Brandy no es solamente el pánico hacia los humanos sino, su desconocimiento. Brandy es un perro que parecía no saber lo que era un humano, y ni siquiera mostraba interés por saberlo. Cuando se alineaban los planetas y una casualidad universal permitía a alguien rozarse con Brandy él reaccionaba como si fuese lo más novedoso del mundo, extrañado como si se preguntase" ¿qué ha sido eso? ¿me has rozado? ¿por qué iba a querer que tú me roces? No me mires, y mucho menos te acerques a mi". No ha sido fácil conseguir que Brandy se deje acariciar por nosotros (aun queda camino por recorrer).
Cuando soltábamos a Brandy los primeros meses, no valía con alejarnos de la puerta de su cheniil o entrar en la "casa" para que él entrase (como hacía Toy) sino que teníamos que SALIR DE LA PERRERA para que él entrase a su chenil. Tenía que perdernos de vista y asegurarse de que nadie iba a acercarse a él.
Este verano pude observar los grandes avances que mis compañerxs de la perrera habían conseguido con él. Es posible atarle un collar y pasearle, algunos se pueden acercar y rozarle e incluso acariciarle (a mi no me permite tantos privilegios, puesto que apenas paso por allí). Pero la última vez que tuve la oportunidad de pasar 5 días en Villarrobledo e ir a la perrera cada tarde, Brandy me dio el mejor de los regalos que un animal puede darte.
Lo primero es que noté su alegría al verme meses después, no guardaba ningún rencor o desconfianza por haber pasado meses sin aparecer por allí, sino que le notaba pendiente de mi, e incluso acortar distancias. Pero el regalo fue el momento en el que mientras estaba agachada acariciando la barrigota de Júpiter (cosa que también hacía por primera vez en mi vida) noté un hociquillo por la espalda pidiendo mimos, cuando me giré y vi a Brandy pidiéndome caricias sentí algo indescriptible, era la primera vez que rozaba su piel, y no solo eso, sino que pude rodearle y acariciarle, algo inimaginable para mi. Este es uno de esos sucesos que te hacen pensar "SIEMPRE MERECE LA PENA LUCHAR".
Cada animal es un mundo y debemos tratar a cada uno como alguien único, entendiéndole y comprendiendo sus necesidades. Este bombón color chocolate es un corazón con muchísimas heridas, pero muchas de ellas en proceso de cicatrización, un corazón que ha sufrido algo que no podemos imaginar pero que con tiempo y amor, se ha ganado nuestros corazones y nosotros el suyo.
Si has leído hasta aquí es porque mi versión de la historia de Brandy te ha atrapado por un momento, ahora compártela con todos tus contactos y quizá alguien se interese por él.
Brandy, macho braco de 3-4 años. MÁS DE MIL VECES COMPARTIDAS SUS FOTOS, interesados, NADIE. Un perro ideal con energía, y mucho amor que regalar. Sociable con hembras y machos.
Se entrega castrado, chipado y vacunado.
La última foto de Brandy demuestra que en ese corazoncito cerrado de la primera foto había un precioso galán dispuesto a conquistarnos con su mirada

No hay comentarios:

Publicar un comentario